Un ciudadano estadounidense ha sido acusado de asesinar a su joven esposa durante su luna de miel en Fiyi, según lo informa Fox 13. La pareja, recién casada, planeaba disfrutar de unas vacaciones románticas en la paradisíaca isla de Yasawa, pero el viaje terminó de forma trágica con la muerte de la recién casada. El cuerpo de Christe Chen, de 36 años y natural de Memphis, fue hallado en una habitación de hotel. El marido, Bradley Robert Dawson, de 38 años, ha sido acusado del asesinato y actualmente se encuentra bajo custodia policial.
De acuerdo con las autoridades locales, los hechos ocurrieron en circunstancias sospechosas que aún están siendo investigadas. Dawson, quien trabajaba como técnico informático en una compañía de seguros, ha sido señalado como el principal sospechoso. Aunque el abogado de Dawson ha declarado que su cliente niega cualquier implicación en la muerte de su esposa, la policía de Fiyi ha solicitado que el acusado se someta a una prueba de ADN y a una pericia forense para esclarecer lo sucedido. Sin embargo, Dawson se ha negado a cooperar, lo que ha generado aún más dudas sobre su posible participación en el crimen. Está previsto que el estadounidense comparezca ante un tribunal de Fiyi el 26 de julio para responder a las acusaciones en su contra.
Este caso ha captado la atención internacional, no solo por la gravedad del delito, sino también por el contexto en el que ocurrió: una luna de miel en un lugar que se considera un destino idílico. Los detalles de cómo se produjo la muerte de Christe Chen siguen siendo un misterio, y el caso ha generado un gran interés mediático tanto en Estados Unidos como en Fiyi. Las autoridades han declarado que continuarán investigando hasta esclarecer todos los hechos relacionados con este trágico suceso.
A principios de julio, un incidente similar sacudió a otra pareja de recién casados, esta vez de origen británico. Los jóvenes, que se encontraban de luna de miel en un caro hotel de Turquía, resultaron gravemente intoxicados. La pareja, que viajaba con sus dos hijos, había pagado cuatro mil libras por el viaje. Se sospecha que la intoxicación pudo deberse a la mala calidad de la comida del restaurante del hotel o del agua de la piscina. Este incidente ha puesto en evidencia los riesgos que pueden existir incluso en los lugares más exclusivos, donde la calidad de los servicios debería ser irreprochable.