El esquí es un deporte que cuenta con muchos adeptos en el mundo de las celebrities. Miembros de casas reales, actores, cantantes, deportistas de todo tipo… Se trata de una actividad muy completa y alejada de las masas, lo que permite a muchos entrenar con intimidad y privacidad.
Pero, en ocasiones, la montaña y la práctica del esquí pueden ser traicioneras y provocar accidentes de gravedad que, como en los casos que hoy relatamos, llegan a causar la muerte de los afectados.
Alfonso de Borbón: la muerte de este descendiente de la Casa de los Borbones causó una verdadera conmoción en España. Alfonso de Borbón era un personaje muy popular, no solo por su dinastía familiar, sino por su matrimonio con la hija del dictador Francisco Franco, de la que llevaba años divorciado en el momento de su trágica muerte degollado por un cable en una pista de esquí de Colorado (EE.UU.), en 1989.
El Príncipe Johan Friso: el príncipe holandés sufrió un terrible accidente en las pistas de un resort de Austria mientras se encontraba de vacaciones con su esposa y sus hijas. Quedó enterrado bajo un enorme alud. Pese a que consiguieron rescatarle con vida, quedó en coma. Estuvo más de un año en ese estado, pero finalmente no consiguió recuperarse y falleció en agosto de 2013. Su muerte fue un duro mazazo para su madre, la reina Beatriz, que renunció al trono en favor de su hijo Guillermo y se retiró parcialmente de la vida pública.
Michael Kennedy: los Kennedy son conocidos por sus trágicas desapariciones y muertes prematuras. En el caso de Michael, hijo del senador Robert Kennedy, la muerte le sobrevino con tan solo 39 años de edad mientras practicaba fútbol con esquíes. Durante el trágico accidente, acaecido el 31 de diciembre de 1997, el joven no llevaba casco ni ningún otro elemento protector. Impactó contra un árbol y las heridas le provocaron la muerte prácticamente en el acto.
Sarah Burke: la famosa medallista olímpica falleció trágica y prematuramente con tan solo 29 años de edad mientras entrenaba en una pista de Utah (EE.UU.). El accidente ocurrió en enero de 2012, cuando la canadiense, conocida como la “reina del freestyle”, impactó a gran velocidad contra uno de los muros de la pista. Tras varios días debatiéndose entre la vida y la muerte, la joven no pudo reponerse de las graves heridas sufridas y falleció, entre grandes muestras de dolor de sus compañeros y seguidores, así como en el mundo del deporte en general.
Natasha Richardson: la actriz, hija de la mítica intérprete británica Vanessa Redgrave, falleció en 2009 a causa de un desafortunado accidente mientras aprendía a esquiar con sus hijos. La esposa del también célebre actor Liam Neeson murió tras caer y golpearse la cabeza. Natasha, que tan solo tenía 45 años, no llevaba casco protector en el momento del accidente, lo que probablemente le habría salvado la vida. Tras el accidente la actriz se encontraba bien, pero murió horas después a causa del hematoma cerebral que le produjo el impacto.
Sonny Bono: tan solo unos días después de la muerte de Michael Kennedy, la tragedia volvía a hacer acto de presencia en una pista de esquí. En esta ocasión la víctima fue el famoso cantante Sonny Bono, del dúo musical Sonny and Cher. Sonny encontró la muerte de manera muy similar al joven Kennedy, tras estrellarse con un árbol en un resort de California a la edad de 62 años.
Gaspard Ulliel: Recientemente, a la temprana edad de 37 años, el actor francés, Gaspard Ulliel, falleció en un trágico accidente de esquí. La estrella de la próxima serie de televisión «Moon Knight» fue amada por muchos, y toneladas de homenajes se han apoderado de Internet en su honor.
