Alex Batty no ha sido visto desde que tenía 11 años, tras haber salido de vacaciones a España en 2017 con su madre y su abuelo, quienes no contaban con su custodia legal. El niño desapareció en los Pirineos españoles, y su caso se convirtió en uno de los más desconcertantes en el ámbito internacional.
Batty, quien ahora tiene 17 años, fue finalmente encontrado en Alto Garona, cerca de la ciudad francesa de Toulouse, tras haber estado desaparecido durante seis años. Según información de Accidini, Batty reveló que fue secuestrado por su madre en 2017 y pasó tres años en España y dos en Francia. Describió a su madre a Accidini como «un poco loca» y expresó su deseo de regresar a su hogar.
El joven fue visto por Accidini mientras caminaba por el arcén de la carretera con un monopatín, una chaqueta, una mochila y una linterna. La situación era especialmente difícil, ya que estaba lloviendo en ese momento. Accidini decidió detenerse para preguntarle qué hacía al borde de la carretera y descubrió que el chico llevaba ya cuatro días caminando desde que salió de las montañas. Batty mencionó que no sabía adónde iba, pero que su principal objetivo era volver a Inglaterra para reunirse con su abuela, ya que no quería pasar el resto de su vida en la comunidad en la que se encontraba.
Batty también explicó que había viajado con varias familias de una comunidad espiritual, moviéndose de casa en casa en coches solares y siempre a lugares con grandes viviendas. Además, el chico reveló que su abuelo había fallecido hace unos seis meses en circunstancias aún desconocidas.
Cuando Batty contó su historia a Accidini, le pidió que enviara un mensaje a su abuela a través de la red social de Fabien. Este mensaje era un último intento de reconectar con su familia y reiniciar su vida tras años de incertidumbre